Las ventanas de PVC pueden llegar a jugar un papel muy importante en la adaptación de una vivienda para una persona que tiene movilidad reducida porque resultan mucho más ligeras y prácticas que las elaboradas con otro tipo de marcos.
Vivienda adaptada a las necesidades de una persona en silla de ruedas
Cuando pensamos en una vivienda adaptada para personas con movilidad reducida, lo primero que nos viene a la mente es que el espacio debe ser lo más diáfano posible y, en caso de existir puertas, el hueco de las mismas debe ser lo suficientemente ancho como para que la silla pase con total comodidad.
También hay que hacer algunas adaptaciones en la cocina, para que los muebles queden a una altura adecuada para que el morador de la vivienda pueda preparar sus platos favoritos con total independencia y la máxima comodidad.
En el cuarto de baño, la reforma debe ser en profundidad, ya que hay que adaptar tanto los sanitarios como la zona de la ducha.
Cuanto mejor adaptada esté una vivienda para la persona con movilidad reducida que vive en ella, de más independencia y autonomía gozará esta. Por eso, no debemos pasar por alto ni las cosas más pequeños. Nosotros, como expertos en ventanas de PVC, sabemos que una correcta elección de estos elementos también contribuye a esa independencia y autonomía de la que hablábamos.
Elementos más importantes a la hora de adaptar la casa a las necesidades de las personas con movilidad reducida
Vamos a ver los aspectos clave que debemos tener en cuenta a la hora de instalar unas nuevas ventanas en un proceso de mejora de accesibilidad y de adaptación de la vivienda.
Altura de montaje
Una ventana estándar suele estar montada a una altura que se convierte en un problema para alguien que está sentado en una silla de ruedas. Por eso, si es posible, lo primero que hay que hacer es cambiar la altura de montaje.
Para que alguien en silla de ruedas pueda abrir y cerrar la ventana con comodidad, y disfrutar del paisaje, tal y como lo haría alguien que puede permanecer de pie, lo ideal es que la ventana no esté a más de 85 centímetros sobre el nivel del suelo.
Alféizar adecuado
El alféizar debería ubicarse a esa misma altura de 85 centímetros desde el suelo que acabamos de señalar, y hay que prestar especial atención a su anchura, que no debería sobresalir más de 5 centímetros sobre el plano de la pared.
Un alféizar más ancho podría restringir el rango de movimiento e impedir un correcto alcance de la manilla para abrir y cerrar la ventana desde una posición sentada.
Modo de apertura
La elección más acertada en este caso es una ventana oscilobatiente, porque permite una abertura solo de la parte superior de la hoja, lo cual resulta suficiente para ventilar y refrescar las estancias.
Abrir la hoja de la ventana puede suponer un problema para alguien que se desplaza en silla de ruedas. De ahí que la mejor solución sea un modelo oscilobatiente o incluso una ventana corredera. Además, se puede optar por domotizar estos elementos para que puedan ser controlados desde el móvil.
La manilla
Uno de los aspectos más importantes de las ventanas para casas de personas con movilidad reducida es la manilla. Lo más adecuado en estos casos es utilizar una carpintería de PVC con herrajes que permitan montar la manilla en la parte inferior horizontal del marco.
Se recomienda elegir manillas con forma de palanca especialmente alargadas, que resultan más sencillas de manejar y se pueden accionar con una sola mano.
Si necesitas ventanas de PVC para una vivienda adaptada, estaremos encantados de poder ayudarte. Puedes contactar con nosotros a través de nuestro formulario, o puedes llamarnos sin ningún compromiso a los teléfonos 958 559 046 y 617 329 621