Es inevitable que con el paso del tiempo cualquier elemento del hogar sufra deterioros. En este caso, si tienes unas ventanas antiguas, que no aíslan del ruido exterior, ya no son seguras o presentan un mal aislamiento en verano y en invierno… entonces es el momento de cambiarlas. Con el aliciente de que cambiarlas por unas ventanas de calidad, ahorras una buena cifra en la factura de electricidad.